lunes, 31 de mayo de 2010
Bibliografía:
María Estela García. 1985 . «Tipos de comunicación no verbal». Documentos Lingüísticos y Literarios 11: 23-28
dirección digital, consultado el 10 de mayo del 2010
Pease, Allan Comunicación no verbal. s/f
Fotografía de Ana Paula de la Borbolla
Rebel. G. El lenguaje corporal. Madrid: EDAF. 1995.
Lenguaje corporal: técnicas para aprender a comunicar con el cuerpo.
Nosotros queremos que lo entiendas a la perfección! por ello traemos a ti más y más videos relacionados con el tema, ¡Disfruta!
Otro ejemplo de comunicación no verbal, muy divertido!
¿Estás buscando trabajo?, ¿tienes que hacer un
Si prestamos atención en nuestro lenguaje corporal podemos hacer que nuestro mensaje sea más comprensible para el receptor y captar así mejor su atención. También el analizar el lenguaje corporal de la otra persona nos ayuda a determinar que tipo de persona es y como debemos negociar con la misma. Si el hablante entrelaza los dedos mientras habla denota autoridad y se hace ver como un negociador competitivo. Si la contraparte del diálogo inclina su cabeza hacia delante significa que esta interesado. Al estar de pie, el colocarse las manos en las caderas puede ser predisposición a llegar a un acuerdo.
http://www.canalwoman.com/blog/lenguaje-corporal-en-los-negocios/
Publicado el 16 de agosto de 2008 por el usuario Anna.
Consultado el 27 de mayo de 2010.
Imagen obtenida de aquí el 27 de mayo de 2010.
UN EJEMPLO DIVERTIDO DE COMUNICACION NO-VERBAL!!
Es propiedad de www.profesorenlinea.cl consultado el 28 de mayo de 2010
miércoles, 26 de mayo de 2010
Por: Ana Paula de la Borbolla
El cuerpo del hombre baila continuamente al compás de su propio lenguaje. Cada vez que una persona habla, los movimientos de sus manos y dedos, los cabeceos, los parpadeos, coinciden con este compás.
Al relacionarse este ritmo demuestra cierta armonía. Como por ejemplo cuando vamos a un café con una amiga y nos encontramos en medio de una muy interesante conversación, las dos acabaremos, si estamos de acuerdo o interesadas en la conversación, moviéndonos con ritmo, nuestra voz se vuelve incluso armoniosa y se puede llegar a completar las ideas de la otra persona o comprender con mayor facilidad el mensaje recibido.
Cuando dos personas adoptan un mismo ritmo no siempre significa que existe entre ellas total armonía o que es una señal de que una ha logrado la atención completa de la otra. Algunas veces dicho ritmo comunica algo mucho más sutil.
Por ejemplo, cuando un hombre comienza a hablar, durante los primeros segundos su interlocutor puede mostrar una sincronía amplificada tal vez, hasta el extremo de repetir exactamente los gestos del que habla, indicando que presta gran atención. Luego puede echarse hacia atrás y mantenerse inmóvil por un tiempo, apenas moviendo un músculo. Pero en cuanto hay alguna indicación de que el que habla está llegando a una conclusión definitiva, el oyente comienza a moverse nuevamente en forma conspicua. Esta vez, sus movimientos siguen el ritmo del otro, pero no imitan exactamente los gestos de él. En lugar de ello, casi inmediatamente, el que habla comienza a imitar al oyente.
En ese instante, el oyente que comienza a moverse, indica que ahora es él quien quiere hablar. Sus movimientos pueden ayudar a intercalar sus primeras palabras.[1] En una conversación Si el oyente se distrae, la sincronía fallará o desaparecerá por completo.
Hombres y mujeres, como han demostrado en muchos otros aspectos en cuanto a las relaciones, poseen distintos estilos para sincronizarse con los ritmos ajenos. En encuentros hombre-hombre sus movimientos suelen ser más moderados y suelen hacer uso de las manos con mayor frecuencia; la proporción corporal que se involucra no suele ser tanta y el ritmo corporal no se llega a entrelazar tan estrechamente. Mientras que en las conversaciones de hombres con mujeres o mujer-mujer su ritmo es diferente, más íntimo e inmediato.
jueves, 13 de mayo de 2010
miércoles, 12 de mayo de 2010
lunes, 3 de mayo de 2010
Por María José Villaseñor
Dentro del análisis del cuerpo, tenemos el importante apartado de lo que significan las miradas y su trayecto por la cara de los demás a la hora de comunicarnos.
Los ojos muy abie
rtos, denotan sorpresa, admiración, mientras que los ojos más cerrados o forzadamente cerrados denota desconfianza, seriedad, desaprobación.
Las personas que miran a los ojos suelen inspirar más confianza y ser más sinceras que las que rehuyen la mirada. Según Allan P., la mirada puede ser:
- De negocios, la franja comprendida entre los ojos y la frente
- Mirada social, que comprende la franja entre los ojos y la boca
- Y la mira
da íntima que comprende la franja situada entre los ojos y el pecho, pudiendo llegar a recorrer prácticamente todo el cuerpo
- Las miradas de reojo suelen demostrar complicidad o una duda, en espera de analizar otro gesto o actitud
El lugar hacia donde dirigimos la mirada dice también mucho:
Cuando se trata de personas que acabamos de conocer se mantiene la mirada dentro del triángulo formado por los ojos y la nariz, y entre amigos se amplía ese triángulo para incluir la boca.
Bajar la mirada por debajo de la cara tiende a interpretarse como un mayor deseo de intimidad y puede hacer que una persona, sobre todo si es mujer, se sienta nerviosa o enfadada al verlo como una insinuación sexual
Bibliografías:
María Estela García. 1985 . «Tipos de comunicación no verbal». Documentos Lingüísticos y Literarios 11: 23-28
dirección digital, consultado el 10 de mayo del 2010
www.humanidades.uach.cl/documentos_linguisticos/document.php?id=289
sábado, 27 de marzo de 2010
Nadie queda excento de la curiosidad y deseo que se tiene de conocer el porqué uno actúa como lo hace o cómo se demuestran en ocaciones, con tanta claridad, sentimientos a los demas sin tener que pronunciar palabra alguna de ellos.
La respuesta es el lenguaje corporal, que a pesar de no verse tan explotado, fascina a todo el que lo conoce, ya que explica de manera muy acertada el inconsciente humano; el cómo es delatado por su propio cuerpo.
Su contenido no se agota, ya que con el cuerpo somos capaces de adoptar cientos y miles de diferentes posiciones y gestos, las cuales, en conjunto, nos darán siempre significados diferentes; demostrando inumerables matices emocionales. Todo dependiendo de la cultura, la personalidad y los hábitos individuales de cada familia o entorno en donde uno es criado; en donde uno aprende e imitar estos gestos.
Muchos sirven para dar más énfasis a nuestras ideas, pero en otras ocasiones lo que hacen es delatar nuestras verdaderas intenciones o las ajenas, ya sean positivas o negativas; así como actitudes y estados de ánimo.
Aquí se tratará desde lo que es, los posibles errores a la hora de intentar interpretarlo, los tipos de movimientos ante todo tipo de encuentro, etc. Esperamos con esto que todo aquel que se interese por el tema quede satisfecho de la información que se presente.